sábado, 28 de marzo de 2009

Melancolía

Un vaso de agua en mi mesa...

Veo llover a través de la ventana del bar
cursamos a finales de Septiembre
y ya es primavera en Buenos Aires.

Romance de Curro "el Palmo" sonaba aquella vez en la rockola
me acerco a ponerla en lista nuevamente
entre otras canciones que acompañan la lluvia de la tarde.

Al regresar a mi mesa la vi pasar por la vereda de en frente
llevaba una minifalda blanca y tacones negros
de su blusa no doy fe...
sus piernas me cautivaron de tal modo
que mi mirada fue presa de su caminar durante unos segundos.

Recuerdo mi corazón acelerado
provocando una sensación de ansiedad
al verla cruzar la calle con dirección al bar.

Cuando entró se sentó en una mesa vacía
a escasos pasos de la mía
no llevaba medias
las gotas de lluvia resbalaban por su piel
mientras otras se quedaron adheridas a su pierna
eran como gotas de rocío en los pétalos de una flor.

Que ganas tenía de rozar su piel...
que ganas de acercarme a su oído y susurrarle cuánto la deseaba...
que maldita urgencia de apretarla con un brazo por la cintura...
y esa cadera tentadora... que pecado... que deseo... que necesidad...
que estúpida cobardía que me paraliza.

Piel dorada, ojos claros,
labios rosas, cabello rubio...
curvas seductoras,
escote discreto pero incitante...
piel fría humedecida de corte lujurioso...
piernas largas y desnudas con tacones de aguja negros...
minifalda blanca...
ella, la mujer que me enamoró por un instante
así era ella.

Así como esta tarde de Septiembre hace casi un año calendario
hoy también llueve, llueve en Buenos Aires...
y una vez mas Serrat suena en la rockola...

la misma mesa...

Hoy solo hay un detalle diferente...

Ella ya no vino...
su mesa está vacía